Tuesday 8 de May de 2007, 18:17:25

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El Mont-Blanc es pese al correr de los tiempos un punto de referencia  para todos los Alpinistas sin importar  de qué país o continente sean.

Con sus 4.810 m sigue poseyendo ese aire mítico que le ha proporcionado  ser la cuna de  todos los deportes de aventura que hoy conocemos y principalmente del Alpinismo.

No hay que olvidar que fue la primera montaña que fue conquistada por motivo lúdico y fue el principio de una nueva era en que alcanzar montañas y disfrutar de su entorno natural se convirtió en un objetivo por si mismo.

Sus primeros conquistadores fueron Jacques Balmat y Gabriel Paccard  en el ya lejano siglo XVIII, concretamente el 7 de Agosto d e1786, si bien su impulso no fue ese carácter Lúdico al que hacíamos antes referencia, pues realizaron esta gesta impulsados por la recompensa que prometía  el gran mecenas del alpinismo Horace-Benedict de Saussure. Si podemos que si no hubiera sido por la actuación de Saussure, cuyos impulsos estaban enmarcados por los aires de la Enciclopedia y el racionalismo no se  conseguido hollar esta cumbre.

Desde ese momento   hasta nuestros  días  el Mont-Blanc ha sido  con el paso de los años  el lugar donde todos aquellos que se querían afirmar como alpinistas han dejado su huella en esta montaña. Por eso hoy el Mont-Blanc no tiene ningún rincón que no haya sido recorrido y entre sus  todas múltiples  ascensiones  se ha ido forjando  la historia viva del alpinismo mundial.

El Mont-Blanc tiene hoy cuatro rutas de ascenso catalogadas como normales, tres por el lado Francés y sólo una por la vertiente Italiana.

1. De los cuatro miles, ha si llamada por recorrer la larga arista este  que incluye al Mont-Blanc du Tacul y el Mont Maudit
2. Pionera por  Grans Mulets,  que con pequeñas variantes fruto del retroceso glaciar,  fue la primera en ser  utilizada.
3. Clásica por Arista  Gouter  la más utilizada hoy, al ser la que presenta más comodidad para nuestra sociedad expres.
4. Del Papa (Ref.Gonella), la única por Italia y que debe su nombre a que fue recorrida por primera vez por un joven montañero  que luego sería conocido como Pio VI.

Se utilice la ruta que elijamos en todas ellas contamos con una excelente red de refugios  que nos facilitará de manera notable nuestros preparativos de ascenso. A lo que hay  que sumar la mejora del material y la siempre meritoria profesionalidad de los equipos de rescate que reduce de una manera clara el compromiso de la ascensión a unos niveles aceptables para la sociedad en que vivimos.

Sin embargo en el Mont-Blanc  no está todo echo todavía,  quedan  aún retos por  realizar, por que esta cumbre reúne todo los valores de superación y esfuerzo  que necesita cualquier persona para demostrar a nuestra  sociedad o así mismo que posee esa fuerza de  voluntad que es necesaria  para desenvolverse  e integrarse en una sociedad tan competitiva como la que nos ha tocado vivir  en nuestros días.

 Hoy lo normal es afrontar la ascensión  como una ascensión rapida en  dos días en el que en el primero se realice la aproximación al refugio para en la segunda joranada realizar el ascenso y descenso al vallle. Pero hay rutas que requieren una logigistica más  compleja, la ruta del Paap debido a su longitud es normal necestiar un día extra si realizamos la vuelta por el mismo itinerario.

El ascenso al Mont Blanc es más que el ascenso a un cuatro mil, no hay que olvidar que su cima esta más cerca de los cinco que de los cuatro, por lo que se encesita contar con una mínima aclimatación.

Lo normal para planificar la actividad es dedicar una jornada a la a climatación para después  dedicarnos a continuación  a la ascesnión en sí.

Si por lo contrario no disponemos de la adecuada puesta apunto  con los crampones  y piolett es recomendable realizarla en tres fases

1. Jornada de  práctica y movimiento en Glaciar 
2. Ascensión a sin dificultad técnica  como aclimatación
3. Ascensión al Mont-Blanc

Sea cual sea la opción que escojamos conviene estudiar la ruta escogida informandonos de todas las posibiliddes, variantes y combinaciones posibles, así como las rutas de escape  y alternativas sobre el itinerario.

La mejor época va en función de la ruta elegida aunque el mejor mes suele ser la segunda quincena de Junio.

la reserva de los distintos feugios es un tema delicado y requiere  un abuena planificación, como dato apuntar que en abril  se acaban lasresevas para toda la temporada y si queremos salir de Gouter tendredemos que contar con las anulaciones que se produzcan si queremos optar a una plaza.

El ascenso al Mont Blanc es una ascensión en Alta Montaña en toda regla y requiere de la necesaria experiencia en estos terrenos sea cual sea  la ruta elegida;el ascenso de la Aguille de Gouter ya es de por sí una escalada, que en función de las condiciones puede ser bastante expuesta, al igual que los tramos del Mount Maudit.

No Podemos acabar sin hablar de Chamonix, pues el Mont Blanc no seria nada sin esta bella localidad que por si sola merece una vista, pasear y curiosear son uan de las grandes dsitracciones que nos ofrece, aparte de  la Happy Hour en sus terrazas.

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Enviado por Oi el Wednesday 9 de May de 2007

“Solo dos apuntes. Todo lo que dices tienes toda la razón, solo añadiria que en la segunda quinzena de Junio tampoco encuentras sitio ni reservando, al menos estos dos ultimos años que he subido. El refugio no està lleno, sinó que los guias tienen algun trapicheo con el refugio y lo tienen todo reservado, después si no suben, hay sitio para los demàs, pero por defecto ya no te dejan reservar.

Y otra, si no tenemos puesta a punto de grampones i piolet, no vayais al Montblanc por favor, pirineos es muy grande para agarrar una correcta tècnica i seguridad para ir con un mínimo de condiciones. No sé porque saltarse este aprendizaje tan bonito cuando viene progresivamente, no en dos dias te calzas por primera vez el material y el tercero a cumbre, me parece una barbaridad.

Saludos”

Enviado por Gabi el Wednesday 9 de May de 2007

“Mi comentario es el de siempre cuando se habla de esta montaña:
Me parece muy triste que un montañón tan grande, tan bello y tan importante para el montañismo esté lleno de instalaciones mecánicas, que le roban gran parte de su dificultad, de su aislamiento, y de su carácter. Y para un montañero esta mecanización debería ser evitada, criticada y repudiada.
Yo no soy puro ni consecuente al 100% con esto, puesto que uso chapas y meto la furgo por alguna pista cuando voy al alguna escuela, pero mi tendencia es clara hacia una reducción de la porquería en la montaña. Es un proceso en el cual estoy consiguiendo dar pasos.
Me gustaría que los montañeros mirásemos todos hacia ese lado, e intentásemos dar pasos y renunciar a lo que tanto daño hace a la montaña y al montañismo.”