Ahora cuando acaba la temporada invernal de esquà es el momento para dedicar un rato al sufrido material que hemos empleado y le demos el merecido descanso del guerrero.
Temporadas como esta que ha pasado son un autentico test de resistencia para nuestro material y difÃcilmente sale indemne de una prueba de esas caracterÃsticas.
El final de temporada es el mejor momento para realizar las labores de material, puesto que de esta manera contribuimos a alargar su vida y dejarlo preparado para el comienzo de la temporada siguiente, olvidándonos de él hasta ese momento.
Dentro de estas labores hay varios niveles de trabajo que van en función de nuestras habilidades, las posibilidades de disponer de material adecuado para trabajar el material, ganas y un monto de condicionantes; desgraciadamente el material de reparación es caro y requiere disponer de un lugar amplio de trabajo, aun asà todo va en función de lo que nosotros nos queramos implicar, una buena solución es disponer de un club, asociación o grupo de amigos con los cuales montar un pequeño taller.
Si nuestra intención pasa por realizar el nivel básico de mantenimiento conviene tener como referencia una serie de puntos o aspectos a comprobar.
En una primera instancia debemos aflojar la dureza de la s fijaciones y proceder a sacar los muelles de tensión y proceder a su engrase, comprobar holguras en los tornillos de sujeción a las tablas e inspeccionar la torsión y flexibilidad de los esquÃs a fin de comprobar que el nervio y estructura interna del esquà no esta dañada ( temporada como esta machacan la estructuras), para realizar el engrase de estas piezas se puede utilizar el aceite especial para maquinas de coser, mas barato que el que nos vende como especial. Las suelas debemos limpiarlas con disolvente para eliminar los restos de pegamento que puedan estar adheridos. Los cantos e s la parte más delicada del proceso y que requieren un cuidado especial no debemos probar a repararlos sin haber realizado unos ensayos en algún esquà viejo pues si la cagamos va a ser difÃcil arreglarlo, una lija fina suele ser suficiente para quitar el oxido si este es superficial.
Las suelas suelen presentar marcas blancas que son producto de la falta de hidratación de las mismas durante la temporada y que se subsanan usando de manera regular ceras calientes, si estas marcas son muy generalizadas conviene llevar los esquÃs a un taller de confianza para que nos retiren esa capa superficial de cofis y nos añadan una nueva.
Debemos prestar gran a tención a los daños profundos o cercanos al canto pues estos pueden derivar en problemas mayores.
Una parte que no se presta atención es a la parte superior de los esquÃs y desdeñamos golpes o hendiduras, las estructuras modernas de los esquÃs en la mayorÃa compuestas de combinaciones de distintos materiales hacen que estos sean sensibles a la acción de la humedad por lo que deberemos revisarlas y tapar los agujeros o marcas aplicando algún pegamento de contacto resistente.
Por último par a los esquÃs recordar que debemos guardarlos en un sitio seco y separados a fin de que estos mantenga sus formas de manera natural.
Los bastones es la parte más sencilla pues sólo tendremos que desmontarlos, limpiarlos en seco sin aceitarlos, depende el modelo es posible sustituir algunas piezas.
Otra parte sensible son las pieles y el pegamento, lo mejor es usar de manera habitual esa pelÃcula plástica que normalmente viene con las pieles, con una es suficiente la usamos por las dos caras, pues nos ahorra pegamento.
A la hora de mantenerlas no es recomendable cambiar el pegamento cada año, es mejor realizarlo cuando se necesite, la aparición de grumos, suciedad y poca adherencia nos va a indicar el momento adecuado; para estos cambios lo mejor es usar la espátula eléctrica, pues remedios caseros como plancha y de mas son engorrosos. A veces con reforzar las zonas más conflictivas como colas y parte de los tensores delanteros es suficiente.
En el caso de tener alguna rotura tenemos dos opciones coserla o bien pegar un trozo de esparadrapo por el lado posterior, en ambos casos debemos retirar el pegamento de la zona dañada antes de hacer cualquier opción.
Si las pieles presentan suciedad, restos de tierra etc. Conviene lavarlas con un paño húmedo y jabón neutro.
Todas estas operaciones se pueden encargar a establecimientos deportivos pero antes conviene informarse detalladamente de las maquinas y de los profesionales que realizan este trabajo y solo llevar el material a sitios de confianza, puesto que puestos a hacer chapuzas quien mejor que nosotros mismos