Clásicamente el arnés es
una pieza fundamental en
nuestro trabajo diario y esta
presente en casi todas
las actividades que desarrollamos
como la escalada, el descenso de
barrancos, ferratas y tirolinas
Es evidente que la introducción
del arnés en estas actividades a finales
de los años 60 e inicio de los
70 supuso una importante novedad
en la seguridad para nosotros y
nuestros clientes, haciendo más fácil
nuestro trabajo y facilitando el
acceso al medio de personas con un
nivel técnico más bajo.
Tradicionalmente los accidentes
con este material se ha producido
por fallos en el propio material,
siendo prácticamente nulos los producidos
en el ámbito del trabajo
profesional de un GuÃa por una incorrecta
utilización del mismo.
En otro apartado estarÃan las
lesiones traumáticas consecutivas a
la detención brusca tras una caÃda
libre al vacÃo. Sin embargo, la utilización
del arnés también va asociada
a una patologÃa muchos más
grave y menos conocida como es
el “SÃndrome del Arnés†o también
denominado “ Trauma de la suspensiónâ€.
Esta patologÃa puede darse
asà mismo en personal extenuado
o fÃsicamente débil que sin sufrir
una caÃda se quede bloqueado en
tirolinas, rapel, descuelgues y todas
aquellas maniobras en las que se
pueda producir una suspensión.
La caÃda de un cliente, asegurada
a una cuerda mediante un arnés
y su detención posterior no es
necesariamente la parte más peligrosa
del accidente. Después de la
caÃda viene la fase de la suspensión
en el vacÃo y esta fase puede llegar
a ser rápida y potencialmente peligrosa
e incluso mortal, especialmente
si la vÃctima ha quedado inconsciente
o sin posibilidad de moverse
e incluso se puede dar el caso
de sobrevenir la muerte si el cliente
es bajado consciente y no se
realizan las maniobras de reanimación
correctas, remarcando que no
es necesario que se produzca una
caÃda para que se produzca una
suspensión y aparezca este sÃndrome.
La razón de este sÃndrome hay
que buscarla en la siguiente mecánica
de funcionamiento nuestro
sistema sanguÃneo:
Cuando se está inconsciente o
la posibilidad de moverse no existe.
Es entonces cuando el sistema venoso
de las extremidades, especialmente
las inferiores, puede almacenar
grandes cantidades de sangre
y, por tanto, queda poca sangre circulando.
En definitiva, supone una
falta de riego sanguÃneo a los órganos
vitales (cerebro, corazón) que
puede llevar a la muerte. Por lo
tanto, el sÃndrome del arnés es una
patologÃa que precisa de dos requisitos
imprescindibles para su aparición:
suspensión e inmovilidad. Y
ésta inmovilidad puede darse tanto
en personas inconscientes, como en
conscientes y que agotadas pueden
quedar suspendidas en posición
inerte al ceder la tensión de los
músculos abdominales.
Desde las primeras referencias
al sÃndrome del arnés, se han descrito
muertes en vÃctimas rescatadas
vivas. En algunos casos el fallecimiento
se producÃa en la primera
hora después de haber sido rescatado,
en otros casos varias horas
más tarde y en algunos casos
transcurridos varios. La muerte inmediata
al rescate, “muerte del rescateâ€,
podrÃa deberse a una sobrecarga
aguda cardiaca, al colocar a
la vÃctima en posición horizontal
una vez rescatada. El retorno masivo
de la sangre acumulada en las
extremidades durante el tiempo de
suspensión llega bruscamente al
corazón, produciendo una sobrecarga
que puede llevar a la muerte.
Para evitar esa sobrecarga
aguda del corazón que puede llevar
a la “muerte del rescateâ€, serÃa
aconsejable no poner a la vÃctima ni
durante el rescate ni después del
mismo en posición horizontal, recomendándose
una posición semisentada,
bien sea en “cuclillas†o agachada.
En caso de vÃctima inconsciente
se podrÃa recurrir a la posición
fetal. Se mantendrÃa en éstas
posiciones unos 20 a 40 minutos y
posteriormente pasar gradualmente
a la posición horizontal.
Por esto hay que estar atentos
a estas premisas y actuar desde un
primer momento e indicar al cliente
la necesidad de realizar una movilización
de las piernas o los cambios
de posición de las mismas se produzcan
de forma continua e inconscientemente
y proceder a un rápido
descuelgue hasta un lugar que le
permita mantener una posición
No existen datos acerca de accidentes
provocados por este sÃndrome
con clientes en nuestro paÃs,
pero si es un riesgo que hay que
tener en cuenta cuando tenemos
que realizar trabajos con grupos,
niños, clientes con poca condición
fÃsica o en situaciones en que se
puedan producir situaciones de suspensión
prolongada.