La evolución del material y el elevado número de practicantes ha convertido el mundo de la montaña en un importante  campo de negocio al que no han sido ajenos los fabricantes de material. Este hecho ha favorecido la aparición de nuevos productos y constantes cambios en el diseño de estos que no tienen otro fin que el de mejorar sus prestaciones. Pero si todo esto es bueno y a priori no tiene por que ser negativo, este fenómeno ha propiciado que el mercado este inundado de múltiples productos que  llegan a confundir y desorientar al usuario.

Basta sólo echar un vistazo a lo que nos podemos encontrar en una tienda para darnos cuenta de este problema; hoy podemos encontrar un perfecto piolet para realizar una ascensión a una montaña, pero que no resulta adecuado para un pasaje técnico  o viceversa, esto que suena exagerado no lo es tanto cuando probamos un piolet fabricado para un aspecto de  estos concreto, algo malo tiene que tener la famosa I+D, que a base de estudios ha conseguido diseñar materiales que funcionan a la perfección para un fin concreto, pero que a la hora de la polivalencia deja mucho que desear.

Todas estas cuestiones son totalmente extensibles a cualquier material de montaña, no hay material que escape a esta cruel cuestión. Por esta razón el calzado de montaña se ha convertido en otro de los campos de actuación de este fenómeno.

En este artículo  nos vamos a centrar en este material no por nada especial sino por intentar dar un poco de información y ayudar a dar unas bases para escoger un producto acorde a nuestras necesidades.

Lo primero de todo decir que lo aquí expuesto es fruto de una opinión personal, y por tanto cuestionable, no existe verdades absolutas y todo esta sujeto a varias interpretaciones. Visto esta cuestión preliminar, vamos a entrar en el fondo de la cuestión.

Voy a partir de mi particular punto de vista, me considero un alpinista que materializo mis actividades en zonas de Alta Montaña de Pirineos, Picos de Europa tanto en época estival como invernal y que suelo ir a los Alpes en verano  a subir algún cuatro mil o hacer alguna travesía por sus valles.

Evidentemente mi nivel económico es el normal o sea bajo y no puedo permitirme tener tres pares de botas  de altas prestaciones para cada situación; más bien necesito un producto que se adapte a todas y proporcione confort, ligereza y precisión en todas ellas.

Ahí es cuando comienzo mi particular andadura y empiezo a mirar revistas, blogs, tiendas etc. En busca de ese Grial que solucione todos mis problemas, pero como no podía ser de otra manera esta operación se convierte en un autentico galimatías donde en vez de encontrar un modelo idóneo lo único que encuentro es un montón de botas, todas ellas buenísimas pero tan distintas que cada vez que miro una, me mareo y  confundo, sin saber que hacer o que comprar, y claro su precio no invita a probar, sino más bien a acertar de pleno y no cometer el error de equivocarnos en la elección.

Ante esta situación lo mejor es hacer un alto, recapacitar y  volver al principio de todo este embrollo y hacerse la pregunta clave:
¿ Que….. estoy buscando?

Pues bueno creo que estaba buscando una bota polivalente que me pueda servir para actividades serias y que a ser posible no sea de un precio prohibitivo, dicho esto vamos a analizar lo que estamos buscando: necesito una bota ligera, con un buen componente térmico y que se adapte perfectamente a estos terrenos de roca, nieve y mixto.

Pues siguiendo este pequeño guión hoy en día el mercado esta provisto de buenos productos que cumplen con amplia  garantía estas premisas. El mundo del calzado de alta montaña  ha presentad varias evoluciones que son dignas de ser analizadas.

Una de las primeras y más espectaculares fue la irrupción del plástico en este sector y que rompió moldes, un cambio que fue muy contestado en su época y que abrió una visión para este sector, el plástico fue el rey durante casi 15 años, aquellos que seguían usando el cuero eran visto como carcas y como reliquias de museo, no era raro encontrar en plena canícula pirenaica a sufridos alpinistas con estas botas, pero al final marcas valientes y adelantadas empezaron tímidamente a  lanzar nuevas líneas de botas donde el cuero volvía a ser protagonista, evidentemente no era la misma piel, ni la misma construcción, pero en el fondo era el mismo producto pero más evolucionado.

Esto  que empezó muy lentamente y que como todo aún  tiene sus detractores, revoluciono el  mercado y paso  a ser considerado como la solución definitiva. Pero  como todo en la vida, no fue más que otro capítulo más en la evolución del material.

Cual fue la causa de que esto no fuera el final, pues  como todo en la vida siempre hay un culpable la razón no fue otra que el fenómeno de los 8.000 y sus propias peculiaridades, este sector necesitaba contar con botas más ligeras, con un factor térmico más elevado y que no presentarán los inconvenientes de la piel (la congelación de ésta y su rigidez posterior)  o del plástico (peso, poca transpiración y tamaño excesivo),  de ahí la aparición de botas que combinaban materiales como el Kevlar y otros sintéticos que aportaban esos parámetros que no poseían esos materiales. Durante un tiempo estos “nuevosâ€� componentes estuvieron limitados a estos modelos de altas prestaciones, su precio elevado y los costosos sistemas de fabricación, hacían muy difícil que se propagarán a un escalón más bajo.

Pero esta situación no detuvo la marcha de los fabricantes que en su afán de dar con el producto idóneo, han seguido trabajando e investigando para dar con una bota ideal.
Hoy en el mercado podemos encontrar múltiples productos  que combinan estos nuevos materiales y que están llamados  a ser los protagonistas de este milenio, marcas como AKU y su bota Spider, fueron las que apostaron de una manera firme y decidida por un producto de estas características y es por ello que se encuentran entre las primeras en este tipo de botas.

¿Pero que podemos encontrar en este tipo de botas que la hagan diferentes a las otras?
Pues hombre lo primero de todo:
•    Ligereza, hoy una bota confeccionada con estos materiales raramente supera los 900 gr. Para un Nº42, un lujo frente a los 1.200 gr de una bota de piel, factor a tener en cuenta en jornadas largas.
•    Mayor poder térmico, estos materiales  aportan más aislamiento lo que unido a su menor absorción de agua, consiguen aumentar la retención de calor del pie, además de tener un poder de secado más rápido
•    Confort, si otra de sus ventajas, la construcción de este tipo de botas  favorece el uso de mayores grosores sin que ello suponga un aumento de peso que hace más cómoda la parte interior de la bota y por tanto  ayude a evitar la fatiga de nuestros pies.
•    Precisión,  el sistema de construcción de estos materiales permite un acabado mas compacto y permite un menor volumen  de la bota.
•    Precio, un aspecto nada  desdeñable, encontrar unas botas aptas polivalentes y con unas prestaciones elevadas están por debajo de los 300€

Después de este mitin, la solución parece más cerca, hoy encontrar una bota de alta montaña polivalente y susceptible de ser usada en cuatro estaciones en Pirineos y en verano en cualquier  4.000  y cuyo precio no sea exorbitado, no es ciencia ficción.

Personalmente he tenido la oportunidad de probar a conciencia una bota de estas características y el resultado no ha podido ser más espectacular, máxime cuando me toco volver a mis queridas botas de piel y comprobar su ¡peso! respecto a las otras, casi me disloco la muñeca.


No quiero acabar sin volver a repetir que todo lo expuesto es una visón personal y particular, y que puede haber personas que no vean las ventajas en este tipo de botas, yo en mi humilde opinión este tipo de construcción de botas que combina materiales sintéticos como el kevlar, están llamados a  ocupar un lugar muy merecido en el mercado, solo hay que echar un vistazo a los distintos catálogos para observar que todas las casas  ofrecen ya varios modelos con estas características.